Un periodista peruano, recibido en la UNLP,contó cuáles fueron las reacciones en Chiclayo, lugar donde el papa León XIV predicó durante casi dos décadas.
Tras el anuncio del nuevo Papa, un periodista peruano nacido en Chiclayo y recibido en la facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) contó los detalles de las repercusiones en esa ciudad del norte del Perú, donde León XIV fue obispo y predicó durante 18 años.
Según relata Wilder Urbina Ramírez, las redes sociales y grupos familiares estallaron de orgullo y emoción. Aunque él no compartió actividades religiosas directamente con el entonces obispo, sí vivió de cerca el fervor con el que muchos lo recuerdan.
“Fue una fiesta total en Chiclayo. En los grupos de WhatsApp de familiares y amigos todo el mundo comentaba la noticia. En Facebook se compartían recuerdos, fotos, frases. Estaban muy contentos”, contó el periodista que estudió y vivió junto a su familia en La Plata en la década del 80 y que actualmente se encuentra radicado en Ushuaia.
Además, Wilder se refirió a la cercanía que el obispo Robert Prevost tenía con la gente de la ciudad de 800 mil habitantes que se encuentra en la costa norte del Perú: “Era un académico cercano al pueblo”, en ese sentido recordó una anécdota que le contó su hermano médico, quien participó de una misa celebrada por el flamante Papa en la Universidad donde es docente.
“Lo vi y me impresionó. Tenía un lenguaje más propio de un académico que de un sacerdote. Muy preparado, muy claro”, recordó Wilder el relato de su hermano tras enterarse de la noticia que tuvo impacto mundial.
En esa línea Wilder, que no es católico aunque reconoce la fuerte devoción que hay en su país, sostiene que no sólo se lo reconoció por su prédica sino por su cercanía con los más necesitados.
“Era un tipo que no se encerraba en la parroquia, estaba presente en los barrios, acompañando procesos sociales, caminando con la gente más humilde”, recordó Wilder, y agregó: “No era un religioso aislado, era parte del entramado social de la ciudad”.
Chiclayo, según Wilder, no sólo es la quinta ciudad del Perú con mayor cantidad de habitantes sino que es tierra formadora de líderes sociales y espirituales, una ciudad de comercio y fe popular, donde se cruzan el dinamismo social, las carencias estructurales, el fervor religioso y una comunidad marcada por la cercanía entre el pueblo y sus referentes.
En este contexto, se enmarca el paso del hoy Papa León XIV, cuya figura fue especialmente significativa para quienes lo conocieron por su humildad, formación académica y presencia activa en los barrios.
La figura del nuevo Papa, entonces, no solo dejó huella por su rol eclesiástico, sino por su compromiso humano en una ciudad atravesada por carencias, comercio informal y una religiosidad popular vibrante.
En palabras del periodista, “era un tipo muy querido, muy conocido, que sembró su legado en el norte del Perú mucho antes de ser conocido en Roma”, cerró.
Si bien, Chiclayo se dio a conocer al mundo tras la asunción del Papa, para los peruanos, es conocida como la ciudad de la amistad, donde el Sumo Pontífice que en su asunción agradeció al papa Francisco predicó durante 18 años. Está ubicada al norte del Perú y es la quinta con mayor cantidad de habitantes del parís.
Además es la ciudad capital del departamento de Lambayeque, está a pocos kilómetros de una zona de playas a la vera del océano pacífico y es reconocida por su excelente gastronomía.
Si bien es una ciudad agrícola ganadera y tiene una gran producción pesquera por su cercanía a la costa del pacífico, también tiene una gran población con muchas carencias y con grandes problemas económicos, según relató Wilder sobre su Chiclayo natal.