La firma presidida por Daniel Robert quedó en el centro del debate en La Plata por obras con recálculos del 48%. El antecedente por desvíos de fondos.
La empresa INSA S.A. volvió a quedar en el ojo de la tormenta tras los fuertes cuestionamientos en el Concejo Deliberante de La Plata por las obras de la Plaza Rocha y la construcción de un nuevo osario en el Cementerio municipal.
Según la oposición, los costos sufrieron un recálculo del 48% en los presupuestos, lo que despertó sospechas sobre posibles “sobreprecios” en los contratos.
Aunque el municipio defendió el criterio de “menor precio” como determinante en las adjudicaciones, el caso reavivó la polémica sobre el historial de la empresa, su capacidad de concentrar contratos públicos en distintos niveles del Estado y los vínculos de su presidente, Daniel Osvaldo Robert, con la política bonaerense.
En 2024, INSA S.A. se quedó con la puesta en valor de la Plaza San Martín, por un monto de $4.599.555.912, en una licitación en la que se habían presentado seis oferentes. Poco después, también se le adjudicó la remodelación de la Plaza Rocha, con un presupuesto de $997.815.912.
El mismo año, la compañía ganó la licitación para la construcción de un nuevo osario en el Cementerio de La Plata, imponiéndose a las firmas ASYMI S.R.L. y TECMA S.A. con un presupuesto de $289.259.232,84. En todos los casos, la administración local defendió las adjudicaciones bajo el criterio de “menor precio”. Sin embargo, el debate político escaló cuando se reveló el recálculo de casi el 50% en los costos proyectados.
Más allá de las plazas y el Cementerio, INSA S.A. acumula antecedentes como contratista en una amplia gama de proyectos de infraestructura pública, en varios casos a través de Uniones Transitorias de Empresas (UTE).
En infraestructura de edificios públicos, fue adjudicataria de la “Puesta en Valor y Ampliación Edificio Comedor Escuela de Policía Juan Vucetich” en Berazategui y de la “Casa de la Provincia” en Florencio Varela. También presentó ofertas —luego desestimadas— para la construcción de prototipos de Casas de la Provincia en localidades como Ezeiza, Pila, Villa Gesell, General Rodríguez, La Costa y Bolívar.
En el rubro restauración de edificios, ofertó sin éxito para proyectos de alto perfil en La Plata, como la “Puesta en Valor Manzana de Gobierno – Etapa 7 y Etapa 5” en el Palacio de Gobierno bonaerense. También buscó intervenir en la Restauración y Puesta en Valor de la Rambla Casino-Hotel Provincial en Mar del Plata, pero fue desestimada.
En infraestructura hídrica, fue adjudicataria en el “Sistema de Desagües Pluviales del Arroyo El Regimiento – Etapa I” en La Plata y participó en obras de saneamiento como la “Limpieza Río Arrecifes – Etapa II” y el “Área de Retención Temporal de Excedentes Hídricos (ARTEH) sobre el Arroyo Claro” en Malvinas Argentinas. En otros casos —como los proyectos en Salto, Ranchos y el Río Luján— sus ofertas fueron rechazadas.
En obras viales y urbanas, la empresa integró la UTE que ejecutó el “Paso Bajo Nivel en Avenida 1 y 32” en La Plata. También presentó propuestas para corredores urbanos del Área Metropolitana, pavimentaciones y desagües en Bahía Blanca y en la capital provincial, pero sin éxito.
En el área hospitalaria y eléctrica, estuvo a cargo de trabajos en el Hospital Alejandro Korn de La Plata, incluyendo instalaciones eléctricas y la puesta en valor de la guardia en Melchor Romero.
Durante la presidencia de Alberto Fernández, la firma de Daniel Robert obtuvo una de sus adjudicaciones más resonantes: la obra para reparar los techos de la estación ferroviaria de La Plata, con un presupuesto de 344 millones de pesos. En paralelo, consiguió contratos por 133 millones de pesos con AySA, cuando la empresa estatal de aguas era presidida por Malena Galmarini.
Estos números refuerzan la imagen de una compañía habituada a moverse en la órbita de las grandes licitaciones públicas y, en muchos casos, con resultados favorables.
El presidente de INSA, Daniel Osvaldo Robert, no es un desconocido en la ciudad de La Plata. Empresario de la construcción, también tuvo un paso por la vida institucional del deporte: fue vicepresidente del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata (GELP) durante la gestión de José Muñoz (2004-2007).
En diciembre de 2023, Robert fue ratificado al frente de la empresa en la Asamblea General Ordinaria de INSA, junto con Patrick Robert como director titular y Lilian Noemí Eperjesi como directora suplente. El mandato de las actuales autoridades se extiende desde enero de 2024 hasta diciembre de 2026.
Su nombre también apareció en la política nacional: fue uno de los empresarios investigados en la denuncia contra el exgobernador Daniel Scioli por presuntos desvíos millonarios de fondos de la obra pública para el financiamiento de su campaña presidencial. La denuncia fue impulsada por Elisa Carrió, aunque finalmente todos los imputados fueron sobreseídos.
Con licitaciones en hospitales, plazas, cementerios, pasos bajo nivel, obras hídricas y hasta la emblemática estación ferroviaria de La Plata, INSA S.A. consolidó un perfil de contratista recurrente de gobiernos municipales, provinciales y nacionales.
Pero al mismo tiempo, su historial acumula un costado incómodo: desde las denuncias políticas por desvío de fondos en la era Scioli, hasta las actuales controversias por los recálculos presupuestarios que rondan el 50% en obras sensibles para la ciudad.