En Casa Rosada reconocen que la inflación podría experimentar un incremento en agosto, tras la fuerte escalada del dólar que llegó a rozar los $1.400.
El Gobierno reconoció que la inflación podría mostrar un repunte «transitorio» en los próximos meses, a raíz de la fuerte suba del dólar oficial registrada la semana pasada. La divisa trepó de $1.295 a $1.375 en pocos días, lo que generó reacciones inmediatas en la industria y el comercio.
Los supermercados ya advierten que llegaron listas con remarcaciones de precios por parte de los proveedores, aunque algunos de ellos anticiparon que las subas serán rechazadas si no están debidamente justificadas.
En la Casa Rosada afirman que este fenómeno podría reflejarse en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio o agosto, como ocurrió en marzo y cerró entonces en un 3,7%. Sin embargo, insisten en que se trata de un efecto temporal: «Luego la inflación se volvería a desacelerar», explican cerca del presidente Javier Milei.
Pese al aumento del tipo de cambio, el Gobierno descarta una convalidación monetaria que genere más inflación. «Si suben los precios y son validados por el público, bajará el consumo de otros bienes», explicaron. La oferta monetaria, aseguran, se mantiene constante.
Fuentes del equipo económico detallaron a La Nación que hace casi un año la base monetaria permanece fija. Según argumentan, la reciente suba del dólar no tendrá efectos duraderos y responde a movimientos puntuales por cambios en el esquema financiero. «¿Te asustaste y remarcaste? Menger te va a pasar la factura», dijo un funcionario en referencia a la caída del consumo si los precios suben sin justificación. Las empresas reconocen el escaso margen para trasladar aumentos al consumidor final.
Desde supermercados confirmaron que algunas listas con aumentos llegaron, pero aclararon que no hubo un aluvión. «Si no tienen justificación por tipo de cambio, se van a rechazar», aseguraron desde una importante cadena. La orden oficial es no convalidar subas desmedidas.
Entre los aumentos señalados, figuran productos de consumo masivo: Unilever habría aplicado subas del 7% al 8%, Mastellone entre el 3% y 4% y Danone cerca del 3,5%. Arcor fue mencionada, pero desde la empresa negaron haber enviado nuevas listas de precios.
La Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), cámara que agrupa a las empresas alimenticias, afirmó que los aumentos no son generalizados. «Cada empresa ajusta según su realidad productiva», indicaron. Además, explicaron que la transmisión a precios no es automática ni proporcional al tipo de cambio.