Poco se recuerda lo que fue aquel partido del 10 de junio del 2013, en el que Estudiantes le estaba ganando 2 a 0 a Lanús en el Estadio Único de La Plata. Ese día, la muerte del hincha del Granate Javier «El Zurdo» Jerez, producto del accionar policial, cambió la historia reciente del fútbol argentino.
El caso, que terminó con un fallecido y que tras 12 años no tiene detenidos, llevó a las autoridades a tomar una drástica determinación: que los hinchas visitantes ya no pudieran acudir a partidos disputados en las canchas de Argentina.
Tras más de una década, esa decisión se mantiene firme y el recuerdo de aquella jornada trágica se mantiene vivo no solo en la memoria de los fanáticos, sino también de aquellos a los que les tocó vivirlo en primera persona.
Los futbolistas Jonathan Schunke y Víctor Ayala y el juez principal de aquel encuentro, Patricio Loustau, revivieron aquellas horas de angustia en diálogo y contaron cómo sucedió todo. Ninguno de ellos se olvidará nunca de lo ocurrido, mientras en la actualidad la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) piensa en el fin de la medida.
—¿En qué momento te diste cuenta lo que había pasado con el hincha?
—Lo supe en el entretiempo del partido, porque me lo informó uno de los jefes del operativo policial.
—¿Qué sentiste cuando se enteraron la noticia?
—Mucha tristeza, porque todos fuimos a participar de un espectáculo deportivo, del deporte más maravilloso que se pudo haber inventado. Y ocurrió algo muy triste para todos.
—¿Qué pensaste en el momento? ¿Alguna vez te había pasado algo así?
—Cuando fui informado de lo que había ocurrido lo primero que pensé es que el partido no podía continuar, que debía ser suspendido. Destaco mucho la colaboración y la ayuda en aquel momento de Enrique Lombardi, presidente de Estudiantes y de Alejandro Marón, presidente Lanús, porque entendieron en todo momento mi sentimiento de que el partido no podía seguir. Hasta ese momento nunca me había tocado vivir algo así en el desarrollo de mi carrera.
—¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza de aquel día?
—La tristeza enorme de saber que Javier Jerez perdió la vida. Y la tristeza enorme de saber que una familia quedó marcada por el dolor para siempre.
—¿Cuándo fue que te diste cuenta lo que había pasado?
—En el entretiempo nos enteramos de lo que había pasado y ya no salimos a jugar el segundo tiempo, ya que fue apenas entramos al vestuario después del primer tiempo.
—¿Qué sentiste cuando trascendió la noticia?
—Sentí mucha tristeza y sorprendido por el hecho en sí, es como que no entra en una mente lo que estaba sucediendo, todavía al día de hoy.
—¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza de aquel día?
—Ese partido me hace acordar de un montón de imágenes que te quedan guardadas, que tienen que ver con el partido y situaciones que se dieron en el juego, pero lo que hace que esté fresca es este hecho trágico.
—¿Qué sentís cómo jugador de fútbol y persona cuando pasa algo así?
—El sentimiento más fuerte es de tristeza, ligada a la falta de comprensión y entendimiento de esa situación. Es un poco el sentimiento mayor que me generó.
—¿Cómo fue que te enteraste de lo que había sucedido?
—Nos dimos cuenta en el momento que empezó a correr la gente, nos percatamos de que estaba pasando algo. Nos asustamos un poco y ya vimos que la gente de Lanús empezó a correr hacia uno de los costados.
—¿Qué sentiste cuándo se enteraron la noticia, más siendo un hincha de Lanús?
—Nos sentimos muy mal, la verdad. Pasaron muchas cosas por la cabeza. Más que nada porque en ese partido fue mi madre, mi señora y unos amigos. Y más que nada preocupado porque nos habíamos enterado de que había fallecido un hincha de Lanús.
—¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza de aquel día?
—La primera imagen que tengo es la corrida de los hinchas y la desesperación, el enojo de cómo estaban aconteciendo las cosas y las imágenes de saber que mi familia estaba en ese momento ahí.
—¿Qué sentís cómo jugador de fútbol y persona cuando pasa algo así?
—Uno siente impotencia porque se pone a pensar que puede ser un familiar de alguno, o que un familiar pierda a una persona. ¿Cómo no nos vamos a sentir mal? También somos humanos y tenemos sentimientos sobre eso, y no ver a los visitantes desde que pasó eso.